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El masajista

El masajista

La semana pasada mi mujer contrato los servicios de un masajista para aliviar sus dolores de espalda.
Se presento en casa un tipo alto de 1,90 aproximadamente, y de cabello rubio, vestia un pantalon y camisa blancos similar a un enfermero de hospital.

Mi mujer le indico donde colocar la camilla para comenzar el masaje, desplego la mesa en el salon junto al sofa. Preparo los aceites correspondientes y le indico a mi mujer que se tumbara boca abajo. Sandra obedecio y con solo un tanga y una mini toalla se coloco sobre la camilla con los brazos extendidos, se podia observar que los pechos le sobresalian ligeramente por los laterales de la camilla de forma que se apreciaba perfectamente el gran tamaño.

Aflojo el nudo de la toalla y la dejo suelta sobre su trasero, se coloco a la cabeza de la camilla y volvió a untarse aceite en las manos. Sus manos recorrían desde la parte de arriba de las dorsales hasta la parte de cintura o dorsales exteriores, a cada lado de su espalda, los movimientos eran repetitivos en ambas partes a la vez subiendo en intensidad. Sus manos recorrían la zona hasta la cintura y al llegar a ella se separaban sus dedos para apretarle la zona lumbar y terminar por cerrar su mano sobre parte de sus nalgas. Las friegas eran repetitivas y con mayor intensidad que las anteriores, la zona lumbar era la afectada y se notaba que ya tenía las manos puestas en el problema.

Sandra se encontraba muy agusto , le provocaba un poco de dolor en la zona dolorida pero le estaba encantando y se sentía muy relajada en sus manos. Para no estorbar cambio la postura de sus brazos y los puso estirados alrededor de su cabeza y con las manos sujetando los extremos de la camilla, en cada esquina.

El seguía a lo suyo, concentrado en sus manos que apenas abandonaban la zona de la cintura, haciendo incursiones en la parte de arriba de las bonitas nalgas de Sandra. Sus manos resbalaban subiendo la inclinación de sus nalgas duras para terminar juntando los dedos anulares donde comienza la raya que separa ambas masa de carne. Luego se desplazaban hasta el exterior de ellas para subir de nuevo hacía la cintura, y así una y otra vez.

Mi mujer seguia disfrutando del magreo hasta que una parte del cuerpo de Sergio rozo con la mano de Sandra, noto su muslo en contacto con sus dedos y al momento se desplazo dejando su mano en una zona de su cuerpo que desprendía calor a raudales. Al momento comprendio que tenía rozando sus nudillos con los genitales del masajista. Sandra no sabia si apartar la mano o dejar que el contacto siguiera como si nada.

Sus manos poderosas se centraban en el final de la columna y sus largos dedos se introducían por debajo de la toalla y apretando con fuerza en la vuelta a la cintura.

Sus manos se separaran un instante para doblar la toalla y dejar la parte superior de sus nalgas descubiertas.

Ahora si que sus manos abiertas de par en par recorrían sin tapujos el trasero de Sandra, mientras volvió a desplazarse para llegar mejor con sus manos a su culo y volvio a sentir el calor de su entrepierna, pero esta vez hubo algo más. De sus genitales, algo duro se poso sobre la mano de Sandra, ardía y por poca imaginación que le pusiera, era el miembro con una enorme erección del masajista.

Sandra no sabía como reaccionar, su miembro le rozaba la mano, y era imposible que el no se diera cuenta de la situación. Levanto la cabeza para mirar si realmente era lo que se imaginaba o por lo contrario era fruto de su imaginación. Era demasiado evidente, el hombre disfrutaba con el masaje.

Sandra sentia su miembro con mucha claridad, era de bastante grande y notaba que estaba dura como una roca. Sandra recordo que al verlo por primera vez se habia fijado que parecía que no llevaba ropa interior, llevaba un pijama blanco, típico de hospital. Observo con bastante claridad el bulto de su entrepierna, pero no quiso darle mayor importancia.

Era un hombre de unos 48años, pelo rubio melena larga pero bien cuidada. Alto, cuerpo atlético y agraciado físicamente.

Sandra mantuvo la mano tal y como estaba, sandra sabía perfectamente que el masajista estaba muy excitado y a raíz de pensar en la excitación de el, comenzo a ponerse cachonda.

El contacto duro apenas unos minutos más, se desplazo al lateral y doblo la toalla. Su nalga izquierda estaba descubierta y ahora algo que antes creía normal, ahora era un mundo de erotismo que la excitaba Una mano en su cadera y la otra en la nalga comenzaron a desplazarse por su piel, sus dedos afilados rozaban el centro de sus nalgas mientras el coño de Sandra comenzaba a empaparse. Suavemente sus manos abiertas se desplazaron hasta su muslo y terminar en la rodilla. Una vez allí regresaban por el interior de su muslo hasta llegar donde el músculo pierde el nombre. Se centraba con las dos manos en la parte inferior de su nalga, bajaba unos centímetros al muslo y volvía a subir para repetir el ciclo.

El pulso De Sandra estaba disparado, deseando que empezara a desplazar sus dedos dentro de su coño.

Se desplazo al lado contrario y realizo el mismo ejercicio, aunque esta vez sus dedos rozaron más la zona prohibida. Estaba claro que explotaría la situación en cualquier momento, Sandra no se atrevía a sacar la cabeza del agujero y ninguno de los dos era capaz de articular palabra.

Su excitación era enorme y sospechaba que el masajista estaba cachondisimo.

Después de un buen rato se desplazo a sus pies, noto sus manos untadas en aceite en sus muslos. El recorrido esta vez era desde la parte interior de las rodillas al final de los muslos, sus manos recorrían la parte interior de sus piernas de arriba a bajo. Al llegar al final juntaba los dedos rozando cada vez más su virginal agujero.

Otra vez reiniciaba la maniobra, inconscientemente Sandra separo las piernas mientras realizaba un especie de suspiro que Sergio capto al momento.

Sabía claramente que Sandra estaba mojada y que la tenía a tiro. Sus manos abiertas esta vez no tendrían retorno, subían para darle placer. De su boca salia un jadeo mientras sus manos apretaban sus carnosas posaderas. Apretaba con fuerza mientras ella introducía su cabeza en el agujero hasta lo máximo que le permitía su cuello. Mientras su culo se alzaba unos centímetros de la camilla deseoso de algún tipo de placer...

Una de sus manos se centro en el culo de sandra, mientras la otra se introducía entre sus piernas para acariciarle el clitoris. Doblo las rodillas y su dedo gordo lleno de aceite se introdujo en ano de Sandra, se introdujo lentamente hasta el fondo y luego jugo un largo rato...

Estuvieron un rato en esa postura para luego soltarla y meterle dos dedos chorreando de aceite en su culo, la follaba con los dedos, mientras con la otra mano manoseaba todo lo que estuviera a su alcance. Ella se coloco con el culo más en pompa mientras sus dedos entraban y salían de su trasero. Después puso sus manos en cada nalga y abrió su culo de par en par. .

Ya boca arriba y después de cruzarse miradas y alguna guarrada le pedio que le comiera el coño.

Se desnudo por completo y puso su cara a la entrada de su vagina. Le agarro con fuerza de la cintura y comenzo a lamer el clitoris de Sandra. Chupaba arriba abajo, abajo arriba, sus labios carnosos oprimían su piel mientras su mirada buscaba su complicidad.

El masajista se puso sobre el cuerpo desnudo de Sandra, se frotában a la par mientras esperaba que en cualquier momento la penetrara sin compasion. Le besaba el cuello suavemente desplazándose hacia sus pechos, Intento besarla en la boca pero no quiso, mientras su mano aumentaba la intensidad y su excitación era ya incontrolable.

Finalmente Sergio penetro a Sandra encima de la camilla, ella gemia de placer mientras el masajista la embestia una y otra vez a un ritmo frenético. Tras 10 minutos de intensa penetracion, Sergio saco su enorme polla del coño de sandra y aplico con los dedos un poco mas de aceita en el culo de Sandra, la polla de sergio entre con facilidad en el Culo de Sandra, ella estaba muy excitada y deseaba que la penetrara hasta el fondo.

al cabo de unos minutos Sergio saco su polla del culo de Sandra y solto varios chorros de semen sobre las tetas lubricadas de Sandra.
Published by Hastaelrabo
4 years ago
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me gusta ese contenido
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pablolopez
Un relato fantastico... muy morboso y ardietne :fire:
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Me encantaría masajear a Sandra, cuidaría mucho sus partes internas ...
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Exitante 
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anniga
Me gustado y a mi rabo tambien...por que terminado de leerlo totalmente tieso
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Matrimonio perfecto❤️
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MMMMMMM  excitante  masaje  muy  morboso y   caliente  !!!! me encanto   amigo.
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Waw morbazo 
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