UNA AMIGA DE 50

Para serles sincero, es algo que no viví yo, lo vivió ella y me lo conto con lujo de detalle. ya que ambos somos muy amigos y conocidos desde hace muchos años. A ella la llamaremos J, es una dama divorciada desde hace unos diez años, madre de dos hijos, es de contextura delgada, con muy lindo cuerpo, tiene un trasero pequeño pero bien paradito, su andar presenta a quien la observa, dos nalgas bien formadas y paraditas. Tiene tetas pequeñas y bien torneadas. Nos encontramos seguido y siempre charlamos de temas que no son para nada trascendentes, le pregunto por sus hijos y esas cosas. Hace unos días atrás, la encontré y la note que no caminaba bien, eso me llamo la atención y cuando me vio, me pidió si nos podíamos sentar a tomar un café, porque me quería contar lo que le había sucedido. Nos fuimos a una confitería y me prepare para escucharla con mucha atención y asombro. Me dijo que me contaría todo como habían sucedido las cosas y si yo estaba interesado en escucharla, le respondí que la oiría sin interrumpirla. Me imagine que algo había pasado, porque cuando se saco el pañuelo que tenia en el cuello, note muchas marcas de color violácea, cerca de ambas orejas, y ahí me di cuenta, que la habían chuponeado en forma, ya que su piel blanca leche y llenas de pecas, la delataban con solo verla. Me dijo que había sido invitada al casamiento del hijo de una amiga de ella y que como se conocían de años, no podía negarse a ir. Ya estando en la fiesta, entre copas y baile, me di cuenta -me dijo- que un hombre no le sacaba la vista de encima, en ese momento me sonrió y me quede cortada, porque no supe como reaccionar, se me acerco, se presento y me pregunto si estaba sola o acompañada, le respondí que sola. Fue entonces que me invito a bailar, acepte y en un momento dado, la música paso de un tema movido a uno lento, el me tomo por la cintura y me apretó con fuerza, tratando que mi cara se uniera a la de el. Me pregunto si estaba nerviosa, le dije que no -pero en verdad estaba asombrada de encontrarme en esa situación- en un momento del baile, su mano derecha me apretó mis nalgas, y yo le pedí que retirara la mano de mi trasero y que ante semejante momento, prefería dejar de bailar y regresar a mi mesa, el no acepto lo que yo le había dicho y me apretó nuevamente pero con mucha más fuerza y hasta me dio un chirlo bien fuerte, ahí comprendí que este hombre quería algo mas. Me dijo si me gustaba lo que me estaba haciendo y antes de que yo le respondiera, se llevo el dedo índice de su mano derecha a su boca, lo humedeció en saliva y me lo introdujo en mi boca, me dijo que moviera mi lengua en rededor de su dedo, lo hice y me dijo si me gustaba lo que estábamos haciendo, le respondí que si. En verdad hacia mucho que no vivía algo así, estaba caliente, fue cuando me dijo que podíamos ir a otro lugar, para estar mas cómodos. Acepte y nos fuimos a un apartado que tenia el salón, para tener mayor privacidad, cuando ingresamos, note que no estaríamos solos, ya que tres hombres mas se encontraban ahí dentro, tres hombres amigos de el. Nos presentamos y me dejaron sentar en el medio de un sillón amplio, comenzamos a charlar y uno de sus amigos, me dio un flor de chupón en el cuello, mientras los otros, introducían sus manos por el escote de mi vestido y por la falda del mismo, me tocaron las tetas y el sexo, que ya lo tenia humedecido. Me calentaron en forma y me preguntaban si me gustaba, les dije que si, pero que prefería que me llevaran a otro sitio. Quien había bailado conmigo me dijo, ¡¡SOS PUTITA!!, l respondí que no, pero por lo que me estaban haciendo los cuatro, me sentía demasiado caliente y con muchas ganas de coger. A los pocos minutos los tres hombres se fueron y nos quedamos solos. Mi compañero de baile me dijo si había algo en lo relacionado al sexo que no me gustara, mi respuesta fue muy sencilla, si todos se colocan preservativos, estoy dispuesta a disfrutar y a que abusen de mi, de la manera mas dura y sádica que ellos se pudieran imaginar. Me tomo fuerte de la mano y nos fuimos de la fiesta, para que yo tuviese mi propia fiestita privada. Me introdujo en su auto y cuando ambos estábamos por salir hacia el lugar de encuentro con los otros hombres, me tomo fuerte del cabello y me partió la cara de un cachetazo, luego me pregunto si me gustaba, lo que el me había echo, le dije que si y que esperaba de el y de sus amigos, mucho mas castigo, ya que para esa altura de la noche, no aguantaba mas por la calentura que tenia. Desde que salimos de la fiesta hasta que llegamos al departamento, me dijo que me tenia que masturbar, pero que no debía acabar, que eso lo tenían que hacer ellos. Obedecí como una esclava. Yo la escuchaba y la notaba como que estaba poseída por lo que había pasado. Le dije a J que continuara contando. Fue ahí donde me dijo que habían llegado al departamento y que cuando entramos, estaban los tres amigos que yo había conocido en la fiesta, esperándonos desnudos. Dure poco vestida, ya que me denudaron por completo, me tomaron del cabello y me jalaron hacia el piso. Me puse de rodillas y entre mamada y mamada, recibí infinidad de cachetadas muy fuertes, me introducían sus dedos en el sexo y en el ano con mucha fuerza siempre, luego me retorcían mis tetas y me estiraban los pezones hasta hacerme llorar y largar leche, en ningún momento dejaron de castigarme, la paliza fue un tormento para mi, llore muchísimo, pero el placer y el goce no cesaban. Me llevaron a la cama y no dejaron de someterme por ninguno de mis tres orificios, todo fue de manera por demás salvaje, no deje de mamar ni un minuto, ellos tampoco dejaron de lamerle el sexo, las tetas y el ano. Me cogieron por la boca y me castigaban las tetas, no deje de llorar en ningún momento, me molieron a golpes, por todo el cuerpo y en un momento, me colocaron en cuatro patas, con la cola bien parada y uno de ellos no se cual, se puso un strapon inmenso atado a su cintura, les pidió a los otros que me aferraran de manos y pies y de un solo empellón, me lo introdujo por completo en mi ano, los gritos que di y mis lagrimas, fueron de terror. Los cuatro me destrozaron el ano de la misma manera, acabe largando chorros de mis jugos, uno tras otros, en minutos no se cuantos orgasmos tuve, me acabaron en la boca lo cuatros y tuve que tragar el semen sin negarme. Me daban con los penes duros en la cara, me daban infinidad de nalgadas y los cachetazos no cesaron jamás, luego me tomaron de los cabellos y me arrastraron por todo el departamento, dándome golpes por todo el cuerpo, pidiéndome que les dijese que yo era una golfa y que para futuros encuentros, quería recibir muchísimo mas castigo. Obedecí sin decir nada, me terminaron orinando en mi boca y me dijeron que tragara todo sin negarme. Cuando J termino de contarme lo que había pasado, me quede asombrado por lo que había escuchado y no le pude decir nada. Atine a preguntarle si ella estaba dispuesta a continuar haciendo sexo como lo había echo esa noche, y me dijo que si estaba dispuesta. Que se había dado cuenta, que después de su divorcio y de haber transcurrido diez años del mismo, había dejado pasar una gran cantidad agua bajo el puente. Ahí entendí, porque no podía caminar correctamente, tenia muy lastimado en ano, y me dijo que le dolían muchísimo las tetas. Me pidió, que cuando yo quisiera, podíamos pasar una noche juntos, sin ningún problema. A lo que le dije que estaba dispuesto, cuando ella estuviese mejor. Hasta la próxima.